De clima agradable gracias a su altitud de 2.300 msnm, Tlalmanalco te espera con sus construcciones franciscanas y sus alrededores dotados de hermosos paisajes, en los que puedes dar una agradable caminata o iniciar agradables excursiones. Del centro sólo basta ver el Convento de San Luis Obispo, la Capilla Abierta, el Museo Comunitario Nonohualca y el mercado tradicional para quedarte maravillado con la decoración realizada por las expertas manos de los indígenas.
Una de las joyas más notables de la arquitectura religiosa del siglo XVI está aquí, en Tlalmanalco. Desde la capilla abierta del convento de San Luis Obispo, cuya decoración labrada en cantera es impresionante, atendieron misa los primeros indígenas de la región que se convirtieron al cristianismo.
Gastronomía de Tlalmanalco
Tlalmanalco no decepcionará tu paladar. Entre su gran variedad de platillos y aderezos destacan los mixiotes de pollo y carnero; los tlacoyos rellenos de haba, frijol y requesón; la deliciosa cecina; el mole verde con pollo y cerdo, y el mole de guajolote; la carne de puerco en chile mulato; y, en temporada, los chiles en nogada. Son altamente recomendables los tamales de capulín y elote, una especialidad del lugar que debes probar.
Cómo llegar a Tlalmanalco
De Toluca se toma la carretera 15 rumbo a La Marquesa, se entra a la Ciudad de México por Constituyentes, se sigue por el Periférico y se continúa por Viaducto Miguel Alemán hasta la calzada Ignacio Zaragoza. Se toma la autopista 190 hasta la desviación a Chalco, y a 15 kilómetros está Tlalmanalco.
Inmensos eucaliptos y campos de siembra cubren el camino, haciendo que la llegada a este Pueblo con Encanto sea muy placentera. Tlalmanalco aún conserva el rostro y la tranquilidad del México de inicios del siglo XX, a lo que se suma la belleza de sus paisajes, enmarcados por dos imponentes volcanes.