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El verano y las altas temperaturas pueden convertir un viaje en coche en una experiencia incómoda e incluso peligrosa. Sin embargo, con las medidas adecuadas, es posible disfrutar de la carretera sin importar el calor.
Al momento de viajar en auto siempre se deben tomar ciertas previsiones. Muchas de ellas tienen que ver con la propia preparación del coche, para que no tenga problemas de rendimiento e incluso de seguridad durante el viaje. Pero muchas veces tendrá que ver con garantizar el confort de los ocupantes. Y si hace calor, por supuesto, todo toma connotaciones superiores.
Preparación del coche
- Estacionar a la sombra: siempre que sea posible, busca un lugar de estacionamiento a la sombra, ya sea bajo un árbol, en un garaje o en un parking cubierto. Esto evitará que el interior del coche se caliente excesivamente por la exposición directa al sol.
- Utiliza parasoles: los parasoles son una herramienta fundamental para proteger el interior del coche del sol. Colócalos en el parabrisas y en las ventanillas laterales que reciban luz solar directa.
- Revisa los niveles de refrigerante: asegúrate de que el nivel de refrigerante del motor esté en el punto adecuado. El refrigerante es esencial para mantener el motor a una temperatura óptima, especialmente en climas cálidos.
- Controla la presión de los neumáticos: los neumáticos con la presión adecuada ayudan a mejorar la eficiencia del combustible y a reducir el riesgo de reventones, que son más comunes en temperaturas elevadas.
- Revisa el sistema de aire acondicionado: es importante que el aire acondicionado funcione correctamente antes de emprender un viaje largo. Si notas que no enfría lo suficiente, llévalo a un taller especializado para que lo revisen.
Confort durante el viaje
- Hidratación constante: es fundamental beber mucha agua durante el viaje para evitar la deshidratación. Lleva contigo agua fresca y repártela entre los ocupantes del coche.
- Ropa fresca y holgada: usa ropa ligera y de colores claros, que transpiren bien y te protejan del sol. Evita las prendas ajustadas o de colores oscuros que absorban el calor.
- Ventilación adecuada: abre las ventanillas un poco durante el viaje para permitir la circulación de aire fresco. Si el coche lo permite, utiliza el aire acondicionado en modo recirculación para aprovechar al máximo el aire frío.
- Protege la piel del sol: aplica protector solar con factor de protección alto en todas las áreas expuestas de la piel, incluyendo la cara, las orejas y las manos. También puedes usar gafas de sol y un sombrero para protegerte del sol.
- Haz paradas frecuentes: si el viaje es largo, haz paradas frecuentes para descansar, estirar las piernas y refrescarte. Busca lugares con sombra y aprovecha para beber agua y comer algo ligero.
Seguridad al volante
- Presta atención al estado de las carreteras: el calor extremo puede afectar el estado del asfalto, haciendo que las carreteras se agrieten o descascaran. Ten cuidado al conducir y reduce la velocidad si observas alguna irregularidad en la superficie.
- Sé consciente de la fatiga: el calor y la deshidratación pueden provocar fatiga, lo que puede afectar tu capacidad de concentración y tiempo de reacción al volante. Tómate descansos frecuentes y evita conducir si te sientes cansado o somnoliento.
- Vigila la temperatura del motor: presta atención a la temperatura del motor, especialmente en climas cálidos o en ascensos pronunciados. Si la aguja del indicador se acerca a la zona roja, detén el coche en un lugar seguro y deja que el motor se enfríe antes de continuar el viaje.
- Evita conducir en las horas más calurosas: si es posible, planifica tu viaje para evitar conducir en las horas del día con mayor temperatura, generalmente entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde.
- Lleva contigo un kit de emergencia: asegúrate de tener a mano un kit de emergencia que incluya agua, alimentos no perecederos, un botiquín de primeros auxilios, una linterna y un cargador de teléfono.