Hoy 7 de abril festejamos a San Aiberto de Crespin quien fuera un monje benedictino, eremita, y presbítero católico.
San Aiberto de Crespin nació en Espein, Bélgica, en el año 1060, y murió en Tournai, Bélgica, el 7 de abril de 1140.
San Aiberto de Crespin desde jovencito pasaba mucho tiempo inmerso en la oración, rezando por las noches, y cuando encontraba un lugar privado se ponía a orar.
Aiberto de Crespin también pasaba largas épocas ayunando, y cuando trabajaba como agricultor solo comía una manzana y tomaba agua.
Con el tiempo San Aiberto de Crespin comenzó una vida de ascetismo junto con un monje benedictino de nombre Juan, cerca de la Abadía de Crespin.
Posteriormente San Aiberto de Crespin ingresó a esta abadía convirtiéndose en un monje benedictino, donde permaneció por alrededor de 25 años.
Después a San Aiberto de Crespin se le permitió volver a su vida como eremita y construyó una ermita en el bosque.
San Aiberto de Crespin sintió mucha devoción por el Rosario, ya que se dice que recitaba más de 1250 veces el Ave María, con más de 100 genuflexiones y 50 postraciones.
San Aiberto de Crespin pertenece a la Orden de San Benito.
A San Aiberto de Crespin también se le conoce como San Ayberto de Crespin.
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