No solo Puebla es cuna de algunos de los platillos más ricos de México, sino que además Puebla es la cuna de una de las bebidas más deliciosas que puede haber: El Rompope.
El Rompope es una bebida preparada con yemas de huevo, vainilla, canela almendra molida, leche, azúcar y licor, la cual es de color amarillo y de consistencia espesa, el cual tradicionalmente tiene su origen en los conventos virreinales de Puebla.
Según dice la leyenda una mestiza de nombre Eduviges que ya había hecho sus votos, aprendió muy bien la receta y después, en el convento de los franciscanos en la ciudad de Puebla de los Ángeles, ella era la encargada del rompope y como lo probaba de vez en cuando para darle la sazón especial, le platicaba a las otras monjas del sabor suave y rico del rompope. Más adelante se las arregló para que el rompope se hiciera también para consumo de las hermanas. El rompope solamente se fabricaba en los conventos. Como ya se había dado el primer paso y su sabor fue tan aceptado por las familias de las monjas decidieron comercializarlo y en el, las monjas Clarisas encontraron un buen sustento para la congregación.
Gracias a ellas hoy en día se puede degustar esta deliciosa bebida en todo nuestro país, ya que existen diversas marcas entre las que destaca El Rompope Coronado, El Rompope de Santa Clara, El Rompope de Santa Inés, entre otros. En lo personal he tenido la oportunidad de degustarlo en diversas regiones de nuestro México, siendo en el estado de Jalisco donde después de Puebla he probado uno de los más ricos, esto en Mazamitla.
Cuando vengas a Puebla te recomiendo que visites La Pasita, una tradicional cantina donde además del rompope podrás degustar otro tipo de bebidas, todas ellas, deliciosas.
Por último, les dejo la receta del rompope, espero y la disfruten.
Receta para un rompope básico
Ingredientes
4 tazas de azúcar
1/4 taza de almendras
Ron al gusto
6 tazas de leche
5 yemas de huevo
Un poco de vainilla
1 raja de canela
Colorante para grenetina al gusto
Forma de preparar
En la licuadora se muelen las almendras con un poco de leche hasta que no queden grumos. La leche se pone a hervir y se agrega el azúcar y las almendras, incorporándolas lentamente con la pala de madera, recordando que solo se debe de mover hacia un solo lado. Retírese del fuego cuando este hirviendo. Bata las yemas con el ron a punto de cordón y cuando estén listas, vierta las lentamente, incorporándolas con la pala hasta que quede una mezcla uniforme. Colar la bebida para eliminar cualquier grumo que se hubiera formado. Si le apetece, puede agregar un poco de colorante para dar más vista a la bebida. Cuando enfríe, envasar en un recipiente de vidrio.
¡Ven a Puebla y enamórate de su sabor!