Después de haberlo planeado durante mucho tiempo el día de nuestra partida ha llegado… prácticamente ya está todo listo por lo cual solo estamos afinando algunos detalles. Son las 12:00 horas y tomamos el taxi que nos lleva a la estación de la 4 poniente de Estrella Roja, media hora después arribamos, y en punto de las 13:10 horas tomamos el Shuttle que nos lleva al aeropuerto de Huejotzingo. En un recorrido tranquilo llegamos, documentamos nuestro equipaje, pasamos a nuestra revisión médica (obligatoria por aquello de la Influenza tipo A) nos toman la temperatura y llenamos un pequeño formulario, de ahí nos dirigimos a la sala de espera, la cual fue inaugurada recientemente por el gobernador del estado Lic. Mario Marín Torres, la cual quedo muy bonita por cierto.
Minutos antes de nuestra partida abordamos el avión, sin embargo, minutos después nos comentan que hay una pequeña falla en una computadora y que debemos bajar del avión mientras la arreglan, el caso es que casi dos horas después volvemos a abordar el avión y partimos a la ciudad de Cancún. El vuelo estuvo muy tranquilo, el avión iba casi lleno y durante el trayecto nos dieron refresco y unas papas. Hora y cacho después arribamos a Cancún, el calorcito ya se sentía rico, y gracias a Dios habíamos llegado con bien, por cierto las azafatas de Volaris guapísimas como siempre.
Una vez descendiendo del avión nos dirigimos por nuestras maletas, fuimos a tomar el Shuttle y después de recorrer toda la zona hotelera llegamos al punto de reunión donde mi buen amigo Víctor nos esperaba para llevarnos a su casa.
Platicamos durante el trayecto, llegando a casa cenamos, y nos retiramos a descansar ansiosos por empezar a vivir las bellezas del lugar.
Que por cierto a Víctor le encantaron las cemitas y los dulces típicos que les llevamos: borrachitos, camotes, tortitas de santa clara, jamoncillo, además del juguete para Axel, su bebé de un año 4 meses.
¿Lo mejor? Se hizo valida nuestra garantía de puntualidad por lo cual Volaris nos dio dinero electrónico que podemos utilizar en nuestro próximo viaje.
El sueño está por comenzar…